Ensayo: Acoso, ¿denuncia legítima o victimización? - Marta Lamas


Libro: Acoso: ¿Denuncia legítima o victimización?
Autor: Marta Lamas
Edición: Primera edición
Publicación: México
Editorial: Centzontle 
Año: 2018






Autora: Mariscal Paz Samantha Valeria


Ensayo: Acoso, ¿denuncia legítima o victimización?

 Marta Lamas





Introducción

En este ensayo hablaré sobre el libro de la defensora de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y participante destacada, desde los años setenta, del movimiento feminista, la activista Marta Lamas. Para comenzar describiré brevemente que es lo que nos habla la autora, en este libro. Bueno, por lo que entendí, la autora trata delicadamente de hablar sobre el tema del acoso u hostigamiento, en diferentes ámbitos uno de ellos es el laboral, pero su principal objetivo es el de ahondar en los riesgos de usar de modo radical el constructo “acoso”; está claro que hablar de este tema es sensible, y que ha habido muchos casos de hostigamiento sexual, y que es necesario que las mujeres no se sientan culpables de estos acontecimientos y tengan la valentía y seguridad de hablar sobre lo que ocurre y más de denunciar estos actos, trata de empoderar a la mujer y que no se queden calladas ante estas situaciones, no solo de acoso, sino de discriminación y en un campo más específico, la segregación laboral, en pocas palabras nos habla de la “denuncia legítima”, “pero” Lamas, complejiza el uso del término y también ve el otro lado de la moneda, es decir, que el hablar acoso o exponerlo de manera extremista, logra mostrar una “victimización” de la mujer, es decir, que a la mujer siempre se la ve como víctima, que a ella siempre se la acosa, aunque no es así siempre, como Duncan Kennedy, el abogado impulsor de los Critical Legal Studies en Harvard, analiza el abuso sexual señala que “también existen mujeres que abusan a hombres, hombres que abusan a otros hombres y mujeres que abusan a otras mujeres”, por lo tanto, no solo las mujeres son víctimas, o no toda insinuación sexual es un acoso, incluso la radicalización del uso del término hace del deseo sexual y la naturaleza del erotismo una brutalidad de un contexto violento, desigual y explotador.
Para el desarrollo del tema acoso u hostigamiento, hace una revisión de lo que los diferentes feminismos proponen, incluyendo definiciones jurídicas y políticas, las distinciones con otros conceptos como hostigamiento y abuso sexual y los dilemas y controversias que enfrentamos hoy en universidades, centros de trabajo o espacios públicos.
Pero finalmente su objetivo no es resolver esta problemática, si no que hablar y describir lo que ocurre y de qué manera fue surgiendo el movimiento y como se está transformando, en palabras de la propia Marta Lamas:

“… en estas páginas me interesa precisar el «hecho discursivo» actual sobre el acoso” (Lamas, M. 2018).

Desarrollo

Como sabemos el tema del acoso, en primer lugar, hacia las mujeres se ha dado desde hace mucho tiempo, solo que, al estar dentro de una sociedad dominada por el hombre, donde las leyes que dominan tienen una perspectiva machista, xenófoba, de desigualdad (en varias áreas, pero en este caso con relación a las mujeres). En parte puedo decir que este tema es un poco más cultural, que se de igual en todos los países del mundo. Se que Marta Lamas nos menciona de dos casos donde el movimiento feminista surgió, estos son Estados Unidos y Francia, y pues como ella dice, esta bien saber o tener como base estos acontecimientos, para poder avanzar y no tener los mismos errores, o tener una idea de cómo combatir las problemáticas en cuanto a la violencia de genero en América Latina o en especifico en nuestro país (México), pero obviamente no en todos lados ocurre de la misma manera, o se pueden resolver de la misma forma, en nuestro caso interviene una cultura, predominantemente machista, discriminatoria, racista, católica y muy conservadora, por lo tanto hablar de la liberación de la mujer es bastante delicado, pues las tradiciones, las leyendas, los mitos, las creencias, que son las bases de nuestra sociedad, van en contra de que la mujer se empodere, esto porque, existen estereotipos como que la mujer tiene un rol predeterminado y sus funciones, por ejemplo: “la mujer debe estar en la cocina”, “la mujer no debe hacer cosas de hombres”, “plancha, lava y hacer limpieza”, etcétera. Entonces la segregación de la mujer, esta dada en este caso por la cultura, y no era anormal, entonces la situación es más grave, porque por eso, las mujeres siempre se habían callado, a las mujeres siempre les daba vergüenza hablar de esos temas de acoso, o sencillamente no se hablaban porque no existían esos términos o esas leyes en defensa de las mujeres.

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En lo personal, concuerdo con Marta Lamas, en los dos aspectos que trata, es decir, si la mujer debe denunciar, si la mujer es la victima en muchos caso, si ha habido mujeres a las cuales las obligan en sus trabajos o escuelas a acceder a favores sexuales, ya sea para subir de puesto o para permanecer en el, y por miedo a perderlo, lo hacen, y eso no debe quedar impune, se deben tomar las medidas necesarias para que las personas que si acosan sexualmente a otras, tengan un castigo o algo así.
Pero también estoy de acuerdo en que la mujer también provoca que esto suceda y desafortunadamente miente y demanda que fue acosada, aunque no haya sido cierto, o por otro lado, las chicas que desean hablar o liberarse sexualmente, las crean “putas” (disculpe el termino, pero así las llaman solo por hablar de su sensualidad, porque el patriarcado así lo demanda) o así, entonces la victimización también es un riesgo.
Por otro lado, el hablar de la discriminación de la mujer y la desigualdad que sufre ante un hombre, también es un tema muy importante, muchas veces a las mujeres no las creen capaces de ser muy buenas en sus áreas de trabajo o en la escuela, o en los diferentes espacios sociales en los que se desarrolla, y llegan a realizar comentarios como “pues se le insinuó al jefe”, y no creen en la capacidad de las mujeres para superarse, otra forma de discriminación, es cerrarle las puertas por el simple echo de ser mujer, o por los estereotipos que hay, entonces el hablar y el combatir la discriminación, en mi opinión es un tema que se sigue dando en México, aunque ya menos que antes pero es una fuerte situación.   
Conclusiones

Finalmente puedo decir, que el avance en el tema feminista ha estado avanzando poco a poco, y por lo menos se ha hecho visible, si se ha avanzado, porque por lo que leí al principio de este libro, en décadas pasadas, las mujeres no podían hablar, no podían quejarse, no podían levantar la voz y decir, “me están acosando” o “me están discriminando”, ni siquiera existía una ley o intolerancia al acoso de un hombre hacia una mujer, sencillamente se quedaban calladas, o nadie les hacía caso si estas hablaban sobre el sometimiento de un hombre a una mujer, los discursos eran “pues que hiciste”, “porque lo provocaste” o “aguántate”, pero afortunadamente, las instituciones legales se han ido adecuando a las necesidades de la sociedad y ayudan a que las mujeres (y también hombres) puedan denunciar sin miedo ni vergüenza, aunque siguen sin aplicarse al pie de la letra (es decir, la ley, muchas veces no procesa los casos, que verdaderamente da enojo), pues por lo menos, existen términos que aluden a las discriminaciones o acosos, que ya también existen leyes o instituciones en defensa de las mujeres, entre tantas cosas más. Por otro lado, de acuerdo a la victimización, si puedo concluir que “no” son siempre las mujeres las víctimas, también son los victimarios, y llegan a acosar a los hombres o a otras mujeres, además el victimizar a la mujer es como dije anteriormente, considerarla como alguien que no tiene deseos sexuales, es decir la privan de la sexualidad y sensualidad, y esto hace que el que una mujer hable de sexo sea motivo de denigrarla con expresiones : “como puede ser posible que seas mujer y hables de sexo”, es más algo cultural; y siento que en general se debe tener una mejor educación y se tiene que sacar a la sociedad del pensamiento tan conservador y hacer que esta, vea de una manera más liberal en primera instancia, pues la sexualidad de la mujer, porque no solo es parte de los hombres, es de ambos.
 En mi opinión, por lo que he leído con lo de Marta Lamas en este libro y lo que he visto en estos años en México de acuerdo a los movimientos sociales “feministas”, puedo decir que, se ama y al mismo tiempo se odia al movimiento y/o a las feministas, o la manera en la que llevan el movimiento las feministas de estos tiempos; pues si se ama por la lucha y por la visibilidad que le da a las mujeres y los objetivos que tiene para la defensa y protección de las mujeres. Pero por otro lado, el tema de las Feministas y los movimientos sociales que se han llevado a cabo, lamentablemente han ocasionado el enojo de hombre y (puede ser increíble, para mi lo es) de otra “mujeres”, por la agresividad con la que se manejan o con la incongruencia, porque hay mujeres que atacan a otra mujeres que también apoyan el movimiento, entonces es un gran dilema; en lo personal yo amo el movimiento, y amo que si se lleguen a hacer destrozos materiales que “no” afecten a otras personas física y emocionalmente ya sean hombres o mujeres, porque todo esto equivale al enojo que ocasiona que a una mujer la violen o la maten o la discriminen, etc., pero no estoy de acuerdo en que esta sea una guerra contra los hombres, porque ellos también apoyan a la liberación de la mujer.  


De acuerdo con el avance de la igualdad entre las mujeres y los hombres, realmente no esta al cien porciento garantizada, pues todavía existe una discriminación hacia las mujeres en los ámbitos laborales.

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