Acoso Laboral (Mobbing)
EQUIPO:
MARISCAL PAZ SAMANTHA VALERIA,
GONZÁLEZ BARRIOS LORENA,
LÓPEZ HERNÁNDEZ RUTH MARLENE,
PEREZ LÓPEZ DIANA,
HERNÁNDEZ MARTINEZ MARIA FERNANDA
¿Qué no es el acoso y hostigamiento sexual?
Una vez que hemos comprendido qué es el acoso y el hostigamiento sexual, nos
abocaremos a diferenciarlo de otras conductas que también se producen en los
ambientes laborales y llegan incluso a presentarse de manera simultánea. Nos
referimos al acoso laboral (mobbing) y al coqueteo en lo retomaremos en el blog en otra entrada.
El acoso laboral
En primer lugar, la disciplina jurídica ofrece su definición del
acoso laboral a través de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como: “la acción
verbal o psicológica de índole sistemática, repetida o persistente por la que, en el lugar de
trabajo o en conexión con el trabajo, una persona o un grupo de personas hiere a una víctima, la humilla, ofende o amedrenta”, en su
material Promover la igualdad entre mujeres y hombres
en el trabajo: Una cuestión de principios.
La Ley Federal del Trabajo en México, en el artículo 3 Bis, se refiere al hostigamiento y agrega otros elementos: a. Que el tipo de hostigamiento es vertical descendente en el ámbito laboral y b. Que se expresa en conductas verbales, físicas o ambas.
La Ley Federal del Trabajo en México, en el artículo 3 Bis, se refiere al hostigamiento y agrega otros elementos: a. Que el tipo de hostigamiento es vertical descendente en el ámbito laboral y b. Que se expresa en conductas verbales, físicas o ambas.
El mobbing
Por otro lado, hay un termino actualmente asociado al acoso laborar y este es el término anglosajón mobbing consiste en
acciones de intimidación moral, social o psicológica de forma sistemática y
persistente que atentan contra la dignidad o la integridad de las personas en sus
lugares de trabajo. Constituye una forma muy frecuente de violencia que se
produce en el ámbito laboral y puede ser ejercida por agresores de jerarquías
superiores, iguales o incluso inferiores a la víctima.
El acoso laboral también puede ir precedido, acompañado o derivar en
conductas de acoso u hostigamiento sexual.
Al igual que en estas prácticas, el
resultado se traduce en una afección al derecho de la persona de realizar su
trabajo en un ambiente sin hostilidades, así como a sus expectativas y
oportunidades de mejorar profesionalmente. Otra similitud, por demás obvia, con
el hostigamiento, es que el escenario central de esa forma de acoso es el ámbito
laboral. Este tipo de práctica es muy común en el sector privado y en estructuras
muy jerarquizadas en el sector público, no obstante la ley no lo castiga.
Además es una expresión de violencia muy frecuente que no necesariamente
se realiza de hombres a mujeres o de superiores hacia niveles de rango menor. El
mismo se puede manifestar entre personas del mismo sexo, de mujeres a hombres,
entre empleados del mismo nivel jerárquico o de parte de los empleados hacia su
jefa o jefe. En cualquier caso, y al igual que el acoso y hostigamiento sexual, son
prácticas detestables y necesarias de eliminar de los ambientes laborales.
Algunas de las conductas típicas de acoso laboral son:
Asignar tareas o proyectos con plazos que se saben imposibles de cumplir.
Sobrecargar de trabajo selectivamente a la víctima.
Tratarle de una manera diferente o discriminatoria, usar medidas exclusivas
contra él/ella, con vistas a estigmatizarlo(a), excluirlo(a), discriminarlo(a) o
ridiculizarlo(a).
Ignorar a la víctima.
Monitorear o controlar mal-intencionadamente su trabajo con vistas a
atacarle o a encontrarle faltas o formas de acusarle de algo
Invadir la privacidad del acosado –interviniendo su correo, su teléfono,
revisando sus documentos o archivos, etc.
Animar a otros compañeros(as) a participar en cualquiera de las acciones
anteriores mediante la persuasión, la coacción o el abuso de autoridad.
Consecuencias del acoso laboral
Los trabajadores víctimas del acoso sufren una serie de trastorno físicos y psíquicos que abarcan desde una sensación de vergüenza e impotencia, pasando por sentimientos de culpa y llegando finalmente a sufrir trastornos del sueño, ansiedad, depresión.
Algunas de estas consecuencias son las siguientes:
Impacto psicológico:
El acoso laboral mina lentamente la fortaleza física de la víctima. Los problemas emocionales iniciales dan paso a un trastorno de estrés postraumático que la lleva a empezar a somatizar las situaciones de acoso. Poco a poco la víctima empieza a perder la autoestima, a tener sentimientos de culpa al no poder cumplir con las expectativas de otros y las suyas propias ya parecen los síntomas de lo que puede llegar a ser una depresión grave y un trastorno de ansiedad generalizado, que se caracteriza por conductas de evitación, miedo a ir al trabajo, a aislarse, etc. En los casos más graves, incluso se puede pensar en el suicidio.
Efectos sobre la salud:
La somatización es una de las consecuencias más inmediatas del acoso laboral, generando un importante impacto sobre la salud de la víctima, que se traduce en trastornos del sueño, problemas gastrointestinales frecuentes, alteraciones del sistema nervioso autónomo, migrañas, debilitación del sistema inmune, problemas metabólicos…
La somatización es una de las consecuencias más inmediatas del acoso laboral, generando un importante impacto sobre la salud de la víctima, que se traduce en trastornos del sueño, problemas gastrointestinales frecuentes, alteraciones del sistema nervioso autónomo, migrañas, debilitación del sistema inmune, problemas metabólicos…
Impacto en la vida familiar:
La víctima del acoso laboral al principio no cuenta en casa lo que ocurre en el trabajo o lo hace relatando los hechos como si fueran cosas puntuales, pero acaba por caer en una dinámica de retraimiento, con silencios prolongados, cambios de humor, inhibición sexual y otros comportamientos que afectan tanto a la relación de pareja como a los hijos.
La víctima del acoso laboral al principio no cuenta en casa lo que ocurre en el trabajo o lo hace relatando los hechos como si fueran cosas puntuales, pero acaba por caer en una dinámica de retraimiento, con silencios prolongados, cambios de humor, inhibición sexual y otros comportamientos que afectan tanto a la relación de pareja como a los hijos.
Consecuencias en la actividad social:
Lo mismo ocurre con su vida social y es frecuente que las víctimas del acoso laboral acaban por dejar de frecuentar a sus amigos, aislándose, o los pierdan por desarrollar conductas agresivas.
Lo mismo ocurre con su vida social y es frecuente que las víctimas del acoso laboral acaban por dejar de frecuentar a sus amigos, aislándose, o los pierdan por desarrollar conductas agresivas.
Degradación de la actividad profesional:
El acoso laboral no sólo puede llevar a la víctima a abandonar su trabajo, sino que además luego tienen serias dificultades para integrarse cuando acceden a un nuevo puesto de trabajo.
El acoso laboral no sólo puede llevar a la víctima a abandonar su trabajo, sino que además luego tienen serias dificultades para integrarse cuando acceden a un nuevo puesto de trabajo.
Referencias.
Lugo Garfias, M. E. (Junio, 2017). Acoso laboral (Mobbing). Recuperado de: ://appweb.cndh.org.mx/biblioteca/archivos/pdfs/Acoso-Laboral-Mobbing.pdf
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